Villa Meraki- Casa del Molino

Dirección del proyecto
Villa Giardino, Córdoba, Argentina
Descripción
Meraki: en griego moderno, hacer algo con amor y creatividad, poniendo el alma en ello… Este particular término es el concepto central que opera como base y guía para el desarrollo del proyecto “Villa Meraki” de Martín, deportista multisport y montañista quien se visualiza allí perfeccionando su actividad deportiva profesional y compartiendo su tiempo libre con amigos. El complejo está formado por una vivienda principal, la “Casa del Molino”, más cuatro módulos habitables de NŌMADE. Estos elementos se ubican en un terreno 2700 m2 en la serrana localidad cordobesa de Villa Giardino en el Valle de Punilla, a 80km de la Ciudad de Córdoba. Las cuatro cabañas independientes, vinculadas a través del espacio verde, se desdibujan para dejar que la casa y el molino sean los protagonistas del conjunto. En tal sentido, la parquización de la propuesta fue estructurante. La misma se pensó en simultáneo con la arquitectura: se concibe un camino central articulador que conecta los elementos implantados en el terreno y sus caminos secundarios, donde en el transcurso se aspira a la vivencia de diversas situaciones, la luz, la sombra, la presencia de flora y fauna natal, el frio y el calor… sensaciones variadas que despiertan interés por el lugar. Desde el emplazamiento general, el terreno de forma irregular se encuentra al pie de las Sierras Chicas, a modo de “telón de fondo” en la orientación “este”, donde el sol se alza. En contraposición, hacia el oeste y el atardecer, encontramos visuales más abiertas y lejanas, hacia un entorno natural que se caracteriza por la abundante flora autóctona. En Villa Meraki encontramos la "Casa del Molino". Ésta denominación representa al molino allí presente, que es el ícono distintivo, el elemento hito del proyecto. Dicha vivienda presenta una tipología en L, y se implanta sobre una de las esquinas del terreno, abriendose a su totalidad y al paisaje. Se encuentra alejada de los módulos habitables, que tienen la posibilidad de funcionar con completa autonomía. De esta forma, la vivienda toma las mejores visuales al amanecer y atardecer de las sierras, en sentido este- oeste. Se beneficia de la iluminación natural y de la ventilación cruzada . Acorde a las preferencias de Martín, se apuntó a que el espíritu de la casa sea un diseño de estilo rústico- moderno, llamado “Farmhouse”: una granja acogedora, confortable y actual. El desafío es, entonces, mantener el equilibrio entre el minimalismo y su coexistencia con el paisaje montañoso. La solución se presenta en un lenguaje y una materialidad específicos, con aras a la integración armónica … Así, se optó por la incorporación de materiales tradicionales, pero con un uso moderno. Se utilizó en hormigón (como la piedra artificial que evoca a la del lugar) acompañado por la distinción del metal (en forma de chapa negra plegada que conforma la planta alta de la vivienda, que le otorga cierto aspecto fabril). Además, se suma una gran cubierta verde sobre la zona social, que genera una continuidad entre lo artificial de la arquitectura y lo natural del paisaje. En tal sentido, la cubierta de techo está concebida como una quinta fachada, que da como resultado un tratamiento arquitectónico homogéneo, incluyendo el plano horizontal superior. Desde la implantación, los cuatro módulos habitables, se disponen en semi-círculo. Se encuentran dispersos en el amplio terreno que se abre a la puesta de sol. Además, gozan de una vista privilegiada hacia las Sierras de Córdoba. Asimismo, entre los módulos, queda disponible un espacio abierto verde de uso común, para ser disfrutado en contextos de reuniones e intercambios sociales. Esto, sin perder la independencia funcional y privacidad que tiene cada unidad. Debido a que los MŌDULOS NŌMADE son customizables, fue posible adaptarlos a las necesidades y preferencias concretas de Martín. En este caso cada módulo cuenta con 48 metros cuadrados, más una expansión semi-cubierta. Estas medidas son adecuadas para su construcción por vía seca e indoor (en fábrica) y para su posterior transporte. En cuanto al abordaje estético y material de los módulos, la intensión de diseño fue armonizar las cinco fachadas con la “Casa del Molino”, -el casco central del proyecto-. Así, desde la materializad se optó por el uso de la chapa plegada negra. De esta caja metálica, emerge la madera cálida del interior, tanto en paredes, pisos y techos. Tipológicamente, cada módulo cuenta con un espacio social de estar-comedor-cocina integrados. Un núcleo húmedo divide esta zona del dormitorio o área nocturna. Los artefactos y elementos de decoración en negro y de aspecto frío pero sobrio, se contraponen con la madera. Así, de esta combinación contrastante surgen espacios rústicos contemporáneos, acogedores y auténticos, en sintonía con el estilo de la vivienda principal... Villa Meraki, un paraíso reflejo de la personalidad multifacética de Martín, un lugar donde confluyen lo personal, familiar y profesional … Una totalidad fusionada en armonía y con pasión…
Superficie total
2700
Año del proyecto
2021
Galería

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